En un post que publiqué en días pasados en el blog Cultura de Red sobre la importancia del periodismo como profesión y disciplina del conocimiento, hago referencia al análisis (de otro artículo) sobre el estado de la formación periodística en las facultades de comunicación. En él, sugiero una re-estructuración de los planes de formación con un giro radical de 180 grados. Y es que la mayoría de facultades de comunicación, de donde egresan miles de graduados, sus planes no se adecúan a la demanda de la nueva industria de la información, transformada por el impacto de las tecnologías digitales en constante evolución.
El tan debatido (y algunas veces denostado) Plan Bolonia, puede ser el recurso a utilizar para lograr esos cambios. Algunas universidades ya lo vienen haciendo, pero no en la magnitud ni con la rapidez deseada. Debemos recordar que en dichos cambios subyacen dos factores de vital importancia. Uno, el futuro de los estudiantes de periodismo o comunicación, cuya formación óptima depende de lo que reciba en su facultad. Y dos, la pervivencia de la propia disciplina del periodismo, como garante y pilar fundamental de toda democracia.
Los cambios formativos, en mi opinión, pasan por buscar mayor acercamiento entre las organizaciones de noticias y la universidad. No se trata de quien busca a quien. Ambas se necesitan en este emergente ecosistema formativo, creando unidades de trabajo (Task force) que sobre la mesa diseñen el nuevo orden curricular. Muchas veces los cambios en la currícula de estudios están realizados única y exclusivamente por académicos, sin tenerse en cuenta lo que realmente demanda el mercado de los medios para el ejercicio del nuevo periodismo.
Puede parecer un consuelo de tontos, pero lo que pasa en las universidades españolas (y también europeas, constatado en mis estancias en Florencia, Roma y Lisboa y seguramente, por otros colegas), pasa, y mucho, en las universidades estadounidenses.
El pasado 18 de junio, un post publicado en Nieman Journalism Lab (extraído del Nieman Reports de la Fundación Nieman, centro de la Universidad de Harvard) por Jon Marcus, hacía referencia a este tema con el titulo “Como las escuelas de periodismo están tratando de conectar con las salas de redacción”
Para Jon Marcus, editor del área de Educación Superior del Informe Hechinger (The Hechinger Report ) que examina el futuro de la enseñanza del periodismo, “La enseñanza del Periodismo ha llegado al mismo punto de inflexión ominoso que el periodismo en sí se ha alcanzado”. Y, quienes piensan así, son al parecer, muchos más de los que nos pudiésemos imaginar.
El panorama de las universidades estadounidenses con escuelas de periodismo no es nada halagüeño. Si bien es cierto que hay escuelas innovadoras en la formación, como es el caso del nuevo programa de postgrado en innovación de medios en la Universidad Northeastern, en donde los estudiantes aprenderán (este curso) codificación, visualización de información, videografía, gestión de base de datos, incluso, diseño de videojuegos; o, el Centro Knight para el Desarrollo Empresarial del Periodismo de la City University de Nueva York (CUNY) cuyos planes tienen por objetivo incubar a los empresarios periodísticos que pueden ganar, además, becas de maestrías y certificados avanzados en enfoques innovadores para el negocio de los medios; o, la Universidad de Columbia, en donde su escuela de periodismo y el Departamento de Ciencias de la Computación se han unido (a través de un equipo trabajo) para entregar un programa de certificación para periodistas y otros interesados en la tecnología de bases de datos y el uso práctico de los mismos, son sólo una pequeña muestra en relación a la cantidad de universidades con este tipo de estudios y que requieren un cambio.
Según Marcus, las universidades están cerrando o proponen cerrar las escuelas de periodismo, o, en algunos casos, realizar la fusión con otros departamentos. La inscripción de estudiantes que optaban por periodismo, está cayendo – de manera espectacular, para los programas de postgrado -. En contrapartida, está aumentando las inscripciones en nuevos centros de formación u otras instituciones que ponen el énfasis en los medios digitales. Y es que las nuevas formas de enseñanza en línea y nuevas credenciales amenazan todo del monopolio de la educación superior que otorga el crédito académico (En España, véase el caso de escuelas de periodismo, creadas por los propios medios).
Nos guste o no, esta es una situación irreversible. Como la tecnología avanza, los profesionales quieren más formación (al igual como van a tener en los programas de la Northeastern University). Y las fundaciones, que llenaron el vacío dejado cuando las empresas de medios de comunicación dejaron de subvencionar/patrocinar las escuelas de periodismo, están presionando cada vez más agresivamente por la reforma en los estudios.
En respuesta a ello, algunas escuelas de periodismo están transformando abruptamente sus planes para enseñar nuevas formas de medios y nuevos métodos periodísticos en la entrega de las noticias. Jeff Howe, director del nuevo programa en la Northeastern University y citado por Marcus, dice que «Estamos tratando de hacer volar todo». Con el apoyo de una subvención de $ 250,000 de la John S. and James L. Knight Foundation, el programa girará en torno a un «seminario de innovación», en el que equipos de estudiantes aplicarán sus nuevas habilidades a proyectos del mundo real, en la entrega de noticias o técnicas de presentación de reportajes.
Citando a Howard Finberg, director de desarrollo de negocio en el Instituto Poynter, dice «Al igual que el periodismo, la educación está en una etapa madura para la innovación disruptiva», por lo que si las escuelas de periodismo no responden, matiza “están en riesgo de ser anuladas o eclipsadas.»