El Arte Moderno se apropia del Big Data

El Arte Contemporáneo ha encontrado en el Big Data una nueva de expresión. Se han unido las Nuevas Tecnologías, la Información y Arte para ofrecer una nueva visión de un terreno aparentemente reservado a los expertos. Ya no son sólo los matemáticos, los economistas o los periodistas los que pueden disfrutar del trabajo con gran cantidad de datos como una herramienta para extraer sus respuestas. Los artistas modernos ven en la explosión de datos, imágenes, música y, sobre todo, interactividad una forma de expresión que permite al receptor contemplar y entender esa acumulación de números, nombres y estadísticas que conforman una nueva realidad.

Seminarios internacionales, conferencias, discusiones, congresos… todos ellos nos ponen al día respecto a las últimas investigaciones en el campo del Big Data. Los datos puestos a nuestra disposición, y a disposición de cualquier ciudadano con acceso a Internet, son susceptibles de diversos enfoques y diversas aproximaciones. Cuando disponemos de una cantidad ingente de datos tenemos que descifrar sus códigos y buscar entre toda esa cantidad de material respuestas a algunas preguntas. Desde los inicios de la civilización el hombre busca el orden de las cosas. Las cosas son ahora los datos y la acumulación de la cantidad de datos en que nos movemos en la actualidad exige su ordenación para llegar a la transmisión de información.

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Son muchas las disciplinas que se ocupan del análisis de los datos, cada una con su perspectiva particular, desde la Estadística al Periodismo, pasando por la Economía, la Sociología, las Matemáticas, la Infografía, la Semiótica y por descontado la Filosofía. Todas y cada una busca su particular y tolstoisiana manera de sufrir con el Juego de los Datos. La última en llegar, no sin discusión: el Arte Moderno. Cada campo, cada ciencia, cada profesional quiere extraer de la forma más eficiente posible un significado propio a los datos y una respuesta a sus preguntas.

En el terreno de las ciencias experimentales se buscan patrones entre los datos. Secuencias y repeticiones estadístico-matemáticas hacen que encontremos significados ocultos y construyamos códigos a partir del Data. Económicamente y sociológicamente los datos comenzaron a ordenarse de forma gráfica a caballo de los siglos XVIII y XIX para crear imágenes de esos patrones. William Playfair pone los fundamentos de los gráficos de línea y de barra para la expresión de datos económicos, y más tarde los que conocemos como gráficos de tarta. Un gran paso para la Infografía -expresión gráfica de la información- que dos siglos más tarde, y gracias a la revolución tecnológica, da un nuevo sentido al estudio y la expresión de los datos en el Periodismo. Todos ellos se disputan el protagonismo en el tratamiento del Big Data, y no hay uno que sea más importante que otro, sino que cada uno se siente desgraciado a su manera.

El Arte Contemporáneo ha encontrado su manera de indagar en el Big Data y así lo hace a través de numerosos artistas que han visto en ello una forma de expresión nueva muy relacionada con la actualidad de las nuevas tecnologías. Encontramos en la red esta forma de expresión en la web de The Creator Project, donde los artistas se han apropiado de los datos para buscar nuevas formas de expresión. La convergencia con los datos explora fórmulas artísticas –fotografía, vídeo, pintura, etc.- para ayudarnos a comprender esa parte de nuestras vidas cotidianas. Tratan de humanizar los datos a través del arte.

Lucas DuBois, Mark Hansen, Jer Thorp, Fernanda Viegas, Martin Wattenberg, Kate Crawford o Christian Rudder son algunos de los que han visto en el Big Data una forma de acercarse al receptor tan directa con la manipulación de la expresión gráfica de todo esos datos en una vuelta más de tuerca, la visión artística de los datos. En este vídeo tenemos ejemplos de algunas de sus creaciones más impactantes. Los propios estadísticos a veces se sorprenden de la belleza de los resultados de sus modelos matemáticos expresados en un gráfico, y así los artistas plásticos se pueden sentir muy cercanos a esa sensación en un ejercicio de empatía sobrevenida por el Big Data. Un ejemplo muy claro de ello es la obra de Stefan Wagner “Generating Utopia” con montañas animadas de datos matemáticos en 3D que van realizando sus evoluciones en vídeo.

En eso consiste precisamente este Juego de los Datos, que de esta forma hemos decidido denominarlo, en la utilización de los gráficos para buscar formas de expresión artística. Sin embargo los profesionales que se dedican a la Infografía pueden reivindicar este tipo de expresión, ya que en su búsqueda estético-gráfica de la información más clara posible también recurren a soluciones que podríamos denominar artísticas. Sin ir más lejos Alberto Cairo denomina a la infografía el “arte funcional”. Sin embargo el objeto de las piezas artísticas aquí reseñadas no es la información sino la llamada a los sentidos.

Un cuadro con datos sobre tweets con las palabras “acaba de aterrizar…” o “acabo de llegar…” y su visualización en un globo terráqueo se convierte en una obra en manos del artista Jer Thorp en “Just Landed”, u otra obra con los tweets de saludos de “buenos días” y su distribución a lo largo también del globo en “Good Morning!”, del mismo Thorp. Otra artista, Kate Crawford, señala que el arte del Big Data es una forma emergente de expresión tanto en Europa como en América que busca la relación entre los profesionales de cualquier terreno de los datos y los artistas, para llegar a la gente y exponer la realidad de los datos, viendo por ejemplo cómo usan las empresas los datos y, además, en tiempo real.

Como añadido final hay que añadir que esta nueva forma de arte, cuando se produce a través de la red, tiene además capacidades interactivas de forma que se puede actuar con la obra de arte con un “increíble poder emocional”.

Dr. Santiago Martínez Arias
(samartin@ucm.es)

Departamento Periodismo II
Facultad de Ciencias de la Información
Universidad Complutense de Madrid

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