Bye, bye, Google News

Hoy, 16 de diciembre de 2014, cierra el servicio Google News España. Dejará de enlazar prensa española en su buscador y se acabará una polémica aventura digital de consecuencias imprevisibles tanto para Google como para los medios que dejarán de aparecer en las páginas de búsqueda de ese servicio. España será el primer país del mundo en el que cierre Google News. Te contamos la historia de este servicio, el motivo de su cierre en España y las posibles consecuencias.

En abril de 2002 nació Google News, un agregador de noticias creado por Google que rastrea las webs de los medios de comunicación y clasifica a través de algoritmos los contenidos, que se muestran después en una especie de medio de comunicación digital automatizado ordenado por categorías (nacional, internacional, deportes, sociedad…). A su vez, Google News permite conocer qué han publicado los medios de comunicación sobre un tema concreto, así como buscar noticias específicas, gracias a su buscador de contenidos. La característica principal de Google News es que da la vuelta al sistema tradicional de acceso a la información:

Sistema tradicional: el lector accede a su medio de referencia en busca de información, bien sobre un tema específico, bien a través de la lectura de los titulares que se ofrecen y su posterior profundización leyendo el contenido completo. De este modo, cada persona accede a los medios que más le gustan, ya sea por ideología, afinidad, tradición, etc., lo cual, en cualquier caso, supone una influencia previa a la hora de conocer los hechos narrados en las noticias, ya que cada medio enfoca los contenidos según sus valores y objetivos empresariales, políticos, sociales, etc.

Sistema Google News: el lector accede a un servicio automatizado que enlaza noticias de diversas fuentes, sin que en este caso la ideología de cada medio o sus estrategias particulares importen a la hora de dar mayor relevancia a un contenido o a otro. Por ello, cuando el lector accede a un titular para conocer más sobre los hechos que narra, el servicio le ofrece distintas fuentes que han publicado esa misma noticia, de manera que el lector puede elegir entre diversos enfoques para profundizar en el conocimiento de esos hechos narrados. Al no existir intervención humana en la muestra de los resultados al realizar una búsqueda, el lector puede leer la noticia en medios que habitualmente no consume, dependiendo en todo caso de su propia voluntad la elección de una fuente u otra dentro de las mostradas por el servicio.

Esta peculiar característica es, probablemente, el hecho que más reseña la empresa al vender su servicio, al asegurar que «las noticias se clasifican independientemente del punto de vista político o la ideología y el usuario puede elegir entre una amplia variedad de perspectivas para una noticia concreta«. Con esto lo que promocionan es que su servicio es neutral y que toca todos los puntos de vista, al no distinguir entre los distintos medios que han publicado esos mismos contenidos.

En cualquier caso, Google News ha sido objeto de polémica por el uso que hace de contenidos sujetos a derechos de propiedad intelectual. Así, medios de comunicación de varios países, entre ellos de Alemania y de España, han exigido al gigante de Internet el pago de un canon por utilizar tanto sus titulares como sus imágenes, así como por un resumen que hacen en Google News del contenido de las noticias que indexan. La compañía, por su parte, siempre se ha defendido asegurando que se trata de un servicio sin publicidad, por lo que no hacen negocio utilizando el contenido de terceros, y que, además, su plataforma redirige a las fuentes originales que albergan el contenido indexado, lo que se traduce en visitas y lectores hacia las webs de cada medio de comunicación. Esta explicación no ha satisfecho a muchos medios, que han continuado exigiendo acuerdos con el buscador o compensaciones económicas.

Conflictos en Europa

Uno de los primeros países que emprendió una batalla contra Google News fue Bélgica, donde en 2006 algunos editores emprendieron una cruzada judicial que terminó, en 2011, con la prohibición de que Google indexara contenido de los medios demandantes sin una autorización previa.

En Francia, donde también los editores emprendieron acciones judiciales, el conflicto se resolvió con el pago de Google a algunos medios de unos 60 millones de euros como compensación por el uso de sus contenidos creando un fondo de ayuda a los medios de comunicación para potenciar sus acciones en Internet, pero no como pago, estrictamente hablando, por usar sus contenidos. De esta manera, Google se salvó de una legislación específica sobre la que había amenazado el Gobierno francés si las partes no llegaban a un acuerdo amistoso.

En Alemania se legisló a favor de imponer una tasa a los buscadores para compensar a los medios por el uso de sus contenidos. Se gravaba, de este modo, la realización de resúmenes de los contenidos, como hace Google News, pero no el hecho de enlazar contenidos. Esto provocó que Google decidiera restringir los contenidos enlazados, eliminando las imágenes o las líneas de texto mostradas en su buscador, así como la opción para los editores de no aparecer en los resultados de búsqueda (no ser indexados). Uno de los mayores grupos editores de Alemania, Axel Springer, se dio de baja en Google News. Apenas dos semanas después solicitó volver a ser indexado tras reconocer una pérdida del 40% de su tráfico web y un 80% de sus visitas desde este servicio. Tras la dura batalla, y una vez ganada, otros medios alemanes también solicitaron volver al ver seriamente mermado su número de visitas. No obstante, la vuelta no fue del todo amigable, pese a que los editores firmaron voluntariamente una declaración de cesión de los derechos sobre sus contenidos para que Google pudiera seguir indexándolos con fotografía y resumen: los editores afirmaron recular en su decisión de plantar cara al gigante de Internet porque les perjudicaba económicamente haberse enfrentado al buscador y, sobre todo, las decisiones que había tomado éste al enlazar únicamente el titular de las noticias, como puede verse en la imagen que ilustra el artículo aquí enlazado.

España

En España también se persiguió que Google compensara a los editores por el uso de sus contenidos. Por ello, el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó la llamada Ley Lassalle (en referencia al Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle), una Ley de Propiedad Intelectual que regula otros aspectos (como la persecución de webs de enlaces de descarga de contenidos como series o películas, por ejemplo), y donde también se establece el pago obligatorio de un canon por el uso de contenidos de medios de comunicación en agregadores de noticias como Google News o Menéame. La ley, que fue aprobada en las Cortes españolas, entrará en vigor el 1 de enero de 2015. Apenas unos días después de la aprobación definitiva del texto legislativo, Google anunció oficialmente que el 16 de diciembre de 2014 cerraría su servicio de Google News en España.

Ese día ha llegado: Google News ya no enlaza contenido de medios españoles.

¿Qué se gana y qué se pierde?

Es complicado decir quién gana y quién pierde con todo esto, pero parece evidente que hay más lamentos que alegrías para todos. Se analizan por partes:

Google: no está acostumbrado a perder las batallas en las que se ve envuelto, pero parece que en el caso de España ha sufrido una derrota (a medias). Al decidir cerrar su servicio en España no pierde dinero en sí, pero sí influencia en la gestión de los medios de comunicación gracias a sus potentes herramientas de búsqueda en la Red. Tal vez se enfrente a que otras empresas decidan afrontar el pago del canon por el uso de los contenidos y ocupen su lugar natural, algo que, de triunfar, obligaría a Google a reaccionar desembolsando dinero, en cualquier caso. No obstante, la decisión de cerrar su servicio suena más a movimiento que obliga a la negociación entre los editores, el Gobierno español y la Unión Europea, junto a ellos, por lograr un acuerdo que satisfaga a todos y obvie el obligado pago del canon, al que no se puede renunciar, según la ley.

Medios de comunicación: tal vez sean de los más perjudicados por la decisión de Google de cerrar su servicio en España. Pese a que no existen datos que lo avalen, gran parte de las visitas que reciben los medios de comunicación provienen de servicios como Google News. Siguiendo el ejemplo alemán, es previsible que muchos medios de comunicación observen un drástico descenso de sus visitas, lo que en todo caso se traducirá en menores lectores, menores ingresos por publicidad, menor relevancia en las redes sociales y el ciberespacio en general, etc. Hay medios que ya están en contra de la propia ley y de la decisión de Google, como el gratuito 20 Minutos, que al editarse bajo licencia copyleft (que permite el uso y libre distribución de sus contenidos) sin duda se ve perjudicado por una ley que va contra su propia naturaleza. Incluso a AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) le ha parecido mal el cierre de Google News y aboga por lograr otro tipo de solución que no perjudique las visitas a los medios… pese a ser, probablemente, el principal impulsor de la batalla emprendida contra Google y cuyo resultado debe ser entendido como una victoria, al lograr su pretensión de obligar por ley a ser remunerados por el uso de sus contenidos.

Usuarios, público: el otro grupo gravemente perjudicado es el público, que verá cómo desde hoy tiene una opción menos para informarse en pleno siglo XXI. Con el cierre de Google News se le cierra la posibilidad de acceder a cientos de fuentes informativas en su idioma para conocer distintos puntos de vista sobre un mismo hecho con una simple búsqueda. Si bien seguirán teniendo la posibilidad de acceder a cuantos medios deseen y de hacer las comparaciones entre contenidos que estimen pertinentes, cuando ha existido un servicio que facilitaba las cosas y de repente se cierra, es obvio que muchas personas verán restringido su acceso a la información si no son capaces de exigirse más a sí mismos como usuarios de la Red y se convencen de la necesidad de trabajarse más su acceso a las fuentes de información. De lo contrario, se quedarán sólo con su opción habitual, empobreciendo su visión del mundo y restringiendo manifiestamente su concepción de la realidad a una única realidad parcial. No es lo más grave, dado que el el buscador de Google seguirán apareciendo contenidos de los medios de comunicación, pero Google News permitía acceder a fuentes incluso minoritarias (como blogs o pequeñas webs) que ahora quedarán en un segundo plano ante los medios de comunicación más importantes.

Conclusiones

Parece evidente que nadie gana con el cierre de Google News: los usuarios porque ven restringido su acceso de forma rápida y sencilla a diversas fuentes de información sobre un mismo tema, los editores porque sufrirán un claro descenso en su número de visitas y por ende en sus resultados económicos en Internet, y Google porque por primera vez en mucho tiempo verá cómo sus planes de seguir ofreciendo acceso gratuito a la información son más débiles de lo que pensaba frente a las legislaciones de algunos países, lo que además sienta el peligroso precedente de que otras naciones decidan emprender caminos similares, que a su vez podrían traspasar las fronteras de Google News para enfocarse en otros servicios del buscador.

Si bien es evidente que el respeto y protección de la propiedad intelectual debe ser un asunto prioritario, dado que muchas personas invierten tiempo, trabajo y dinero en producir esos contenidos que deben remunerarse adecuadamente y respetarse escrupulosamente, también es cierto que el concepto de propiedad intelectual en la actualidad debe ser reformulado, ya que existen nuevas realidades que exigen un cambio de mentalidad que no se centre exclusivamente en lo económico a corto plazo. Si un medio produce un contenido, dicho contenido debe ser respetado como propiedad de ese medio, algo que nadie duda. Incluso sería deseable que ese contenido costase dinero a los usuarios, como ha sucedido toda la vida. Sin embargo, si una porción de ese contenido es utilizada por un tercero que no paga por ello (contenido que, a su vez, ofrece gratuitamente el medio), pero a cambio ofrece algo (como visitas a la fuente original del contenido, relevancia, engadgement con el público…), tal vez el dinero no sea tan importante, ya que será posible obtener esos ingresos en el medio plazo a través de, por ejemplo, nuevos suscriptores que paguen su cuota mensual, mayor peso en Internet que se traduzca en más visitas, y por ello en mayores ingresos publicitarios, o mayor relevancia social que se traduzca en mayor poder en la industria y en la sociedad.

Cuando el dinero se pone como centro absoluto del modelo económico, todas las partes pueden verse afectadas por decisiones que sigan primando modelos económicos que han cambiado y es difícil pretender seguir manteniendo. 

Tal vez a cambio de unos pocos (o muchos) euros directamente ingresados en las cuentas bancarias de algunos medios de comunicación, legítimos en todo caso, pierdan muchos otros euros en publicidad y potenciales suscriptores a sus contenidos por una dramática bajada en el número de visitas por el cierre de servicios que reportan visitantes ávidos de leer el contenido completo cuyo resumen consumieron en la web de un tercero.

En la Red, la relevancia, el aparecer en buscadores, en ver el contenido indexado para recibir visitas… es el objetivo prioritario. No en vano, los periodistas que nos dedicamos a la Red escribimos aplicando a nuestros textos una serie de técnicas (SEO) para potenciar nuestro mensaje en los buscadores, y con ello obtener más lectores y más visitas. Todo medio de comunicación lo hace. Por ello, cerrarse una puerta tan importante como Google supone, en cualquier caso, un paso atrás.

Es necesario repensar el modelo. Sólo así salvaremos la prensa.

ACTUALIZACIÓN (16 Diciembre 2014, 16:52): Al acceder a Google News España, la compañía redirige al visitante a una página corporativa de Google en la que la empresa explica los motivos que han propiciado el cierre del servicio.

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