Google y Twitter estarían tramando una unión para competir en la guerra abierta que se ha desatado entre las principales compañías tecnológicas por hacerse con el control del mercado de las noticias en Internet. Analizamos las claves de una batalla esencial para el futuro de la información.
Google y Twitter podrían estar planeando algún tipo de aplicación conjunta para que los editores puedan distribuir con ellos sus contenidos, según explica Enrique Dans en su blog. No es muy diferente de lo que ha planteado Facebook, que hasta ahora lleva dos productos desarrollados en este sentido: su servicio de notificaciones y su Instant Articles, de lo que ya hemos hablado en Internet MediaLab estos meses.
El nuevo sistema o aplicación permitiría a los editores, según las noticias que se conocen hasta el momento, alojar sus contenidos en sus propios servidores, y no en servidores de Google y Twitter. Esto es una notable diferencia con el Instant Articles de Facebook, que sí albergaría los contenidos para acortar el tiempo de carga y, por ende, las posibilidades de abandono por parte del usuario. En el invento de Google o Twitter el usuario accedería a los contenidos originales del medio, pero a mayor velocidad. Se desconoce qué sistema utilizarán ambas compañías para acortar el tiempo de carga, el objetivo prioritario de estas aplicaciones (al menos oficialmente).
El sistema de monetización, por su parte, sí parece similar al planteado por Facebook, permitiendo a los editores quedarse con el grueso del beneficio, pero compartiéndolo necesariamente con las plataformas. Participar en este nuevo sistema es, no obstante, voluntario para el medio, que ve abierta de este modo una nueva puerta a obtener ingresos a través del tráfico que genera Internet hacia sus contenidos.
Pero, ¿por qué las compañías de Internet tienen tanto interés por el Periodismo? A saber:
- Las noticias se consumen en la actualidad mayoritariamente a través de dispositivos móviles, y no necesariamente a través de Wifi, sino tirando de tarifas de datos.
- El hecho de depender de 3G o 4G, pese a que la velocidad ha aumentado considerablemente en los últimos años, supone, por un lado, ceñirse a los límites de megas a máxima velocidad que se pueden consumir, produciéndose una bajada de la velocidad en caso de sobrepasar el límite contratado y, por otro lado, depender en muchas ocasiones de la cobertura que ofrezca el lugar, lo que compromete en algunos casos la velocidad de carga de los contenidos.
- Los contenidos que se consumen no se restringen únicamente a texto: en la era de la multimedialidad, las noticias de sólo texto están desfasadas. La gente busca vídeos, fotos, gráficos. Incluso emisiones en directo (de ahí el éxito que está cosechando Periscope pese a tener apenas unos meses de vida). Estos contenidos multimedia requieren un mayor tiempo de carga y mayores recursos tecnológicos para que puedan ser disfrutados con comodidad.
- El consumo de contenidos en móviles y tabletas no se produce a través de los navegadores de Internet, sino de las apps. Uno de los motivos es, de nuevo, el tiempo de carga y menor consumo de datos: las apps adaptan los contenidos a los límites que ofrecen los dispositivos móviles y facilitan el consumo de productos pesados. Pero también aniquilan las webs tradicionales: ¿quién lee actualmente su periódico favorito en el móvil a través de la web?
- Arrinconar las webs restringe las posibilidades de las compañías de noticias: en las webs tienen un margen mayor para realizar virguerías digitales, pero las apps a menudo no pueden beneficiarse de esas novedades (salvo honrosas excepciones que marcan el camino del futuro). Aunque lo que realmente les molestará es, seguro, la mayor dificultad que existe para monetizar una app: mientras que en la web hay mayores posibilidades de insertar diferentes modelos de banners publicitarios, en las apps, hasta el momento, hay apenas dos o tres sistemas que se demuestren útiles (a saber: banner inferior, banner incrustado entre noticias o al final de éstas, banner a pantalla completa antes de cargar el contenido y banner de vídeo – este útlimo bastante molesto y que a menudo bloquea los dispositivos que no respondan con rapidez, por su antigüedad, a determinadas órdenes -).
Por todo ello, y porque el consumo de información está vinculado al mundo digital de modo irreversible, periodistas, programadores y analistas del mundo digital llevamos varios años buscando la forma de contentar a todos (especialmente a nuestros respectivos bolsillos). Aunque no contábamos con nuevos actores que al principio eran plataformas que nos ofrecían todo gratis: las compañías tecnológicas.
Se ha desatado una batalla por conquistar el mercado de la información en el mundo digital. Y las plataformas que ofrecían sus servicios ahora no quieren ser meros intermediarios, aunque tampoco (excepto Apple o Amazon) apuestan por crear su propio contenido. Ciertamente, lo que ofrecen es apetitoso: tecnologías más modernas que permiten enganchar a más usuarios, por más tiempo, con posibilidades de monetización que aseguran grandes beneficios y, además, manteniendo el control del contenido y de la marca. Parece bonito, pero peligran las apps independientes de cada medio. ¿Te dan libertad o te la quitan?
No sabemos cómo terminará esta guerra, pero lo cierto es que los medios están en inferioridad de condiciones hasta el momento y necesariamente tendrán que ceder ante estas novedades nacidas de los departamentos de innovación de las empresas más poderosas de Internet. Aunque una cosa está clara: el interés de estas compañías por el ecosistema de la información demuestra que el Periodismo, lejos de estar acabado como algunos pronostican, está más vivo que nunca y tiene un prometedor futuro por delante. Aunque sea de la mano de nuevos participantes.
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