Desde que en 1985, el Massachusetts Institute of Technology pusiera en marcha el MIT MediaLab, el laboratorio de medios donde la tecnología ha sido, al mismo tiempo, herramienta y objeto de la investigación, la importancia de los medialabs en las facultades de comunicación ha ido in crescendo.
El MIT MediaLab se define a sí mismo como «el lugar donde el futuro se vive, no se imagina. En un mundo donde los avances técnicos están incorporándose, los investigadores del Media Lab diseñan nuevas tecnologías que ayuden a la gente a crear un mundo mejor».
«Durante los últimos veinte años hemos sido pioneros en el diseño del estilo de vida digital del que disfrutamos hoy. Pero lo mejor aún está por llegar: una sociedad digital globalmente conectada que haga a la gente más feliz, más sana y más creativa», afirma Frank Moss, un veterano empresario de la industria del software y la computación quien es su actual director. Y añade además que«el laboratorio está liderando la investigación tecnológica que tiene como fin ampliar y ensalzar las capacidades físicas, cognoscitivas y sociales de las personas. La tecnología abre la puerta a la creatividad, a la innovación y ayuda a resolver problemas -en particular los de la gente joven, nacida en la era digital-, algo que hasta ahora era imposible».
Las investigaciones que realiza el MIT Medialab aborda el entorno del periodismo que, como disciplina del conocimiento, es necesario responder a diferentes incognitas: ¿Cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar las formas de comunicación?¿Por qué la tecnología es beneficiosa para los nuevos profesionales del periodismo?, etc.
Las respuestas las tiene el MIT Media Lab y en próximos post iremos desgranando los proyectos en los que está inmerso este gran Laboratorio ubicado en el nº 77 de Massachusetts Ave. en Cambridge, Boston (y que tuve ocasión de conocer, aprovechando una corta estancia en Harvard University).