Google ha sorprendido al mundo con el anuncio de la creación de Alphabet, la empresa de la que penderán a partir de ahora todos los productos y servicios del gigante de Internet… incluido el buscador, que pasa a ser un producto más de una compañía centrada en múltiples intereses.
«G is for Google». El post del blog oficial de Google publicado por Larry Page ha revolucionado (otra vez) Internet al anunciar la creación de Alphabet como empresa matriz de Google: Google Inc. desaparece para convertirse en Alphabet Inc., una compañía dedicada a Internet, pero también a la investigación, innovación y tecnología en general. Por ello, Google, el buscador, pasa a ser un producto más de Alphabet, y no EL producto, pese a que la división de Internet supone hasta ahora el 70% del beneficio del grupo.
El movimiento empresarial busca ordenar la maraña de productos que ofrece Google creando distintas empresas con CEO independiente enfocadas únicamente a su producto, de manera que puedan crecer con libertad y bajo el paraguas de una empresa matriz única comandada por los propios Sergey Brin y Larry Page, fundadores del buscador: a partir de ahora, Larry Page será el CEO de la compañía y Sergey Brin el Presidente.
Los inversores han acogido con euforia este nuevo orden en el rey de Internet, revalorizando las acciones (que automáticamente se convertirán en títulos de Alphabet, aunque seguirán cotizando en la Bolsa con los nombres GOOG y GOOGL) hasta máximos históricos.
¿A qué viene Alphabet?
La creación de Alphabet como empresa matriz busca situar a Google en una nueva era: ya no es simplemente un buscador de Internet. Rebasó hace tiempo esa línea para convertirse en un gigante de la tecnología y la innovación. Google tiene intereses en Internet, su zona de confort y hábitat natural (desde el buscador, hasta Gmail, YouTube, Google +…), pero también tiene intereses en el mundo real: desde las Google Glasses (wearables), hasta sus proyectos de coches sin conductor, sus productos de domótica y sus proyectos para aplicar la tecnología al ámbito de la salud. Google no es un buscador, por lo que tiene sentido que la marca que nació para dar nombre al buscador se quede en ese producto. No obstante, la indeterminación del nombre bien podría continuar sirviendo para nombrar cualquier producto que se precie, pero el marketing muchas veces no determina, aunque parezca mentira, el camino de una gran compañía con intereses tan diversos. Aunque no todo es cuestión de nombres, ya que el movimiento no sólo busca relegar (aunque suene hasta insultante la palabra) la marca Google al buscador y el sector Internet, sino que pretende dividir en pequeñas compañías «independientes» los distintos productos que poseen, a las que dotarán de un CEO propio. Es una forma de aligerar una estructura que crece constantemente. Una forma de volver a la esencia start-up una empresa que nunca ha dejado de sentirse como tal, pese a ingresar miles de millones de dólares cada año y dominar por completo el mercado de las búsquedas en Internet, lo que en cierto modo determina el rumbo de la Red. Alphabet es la forma de decir al mundo que Google es más que un buscador y más que una empresa de Internet en un mundo en el que software, hardware, wearables, Internet of Things, biotecnología, entretenimiento y alta tecnología basada en las últimas innovaciones aplicables a cualquier realidad es un todo. Si nos fijamos en los últimos movimientos de las grandes compañías tecnológicas podemos observar cómo saltar de un campo a otro es cuestión de tiempo, dinero y ganas. Ahí tenemos a Apple, que de fabricar ordenadores supo pasar a los móviles, previa conquista del mercado de la música a nivel global. O a Microsoft, que de gobernar desde dentro los ordenadores de medio planeta se lanzó a conquistar el sector de las videoconsolas con Xbox (previos intentos de plantar cara al iPod de Apple con Zune). ¿Y Amazon? Hace tiempo que dejó de ser una librería para convertirse en un gran centro comercial en Internet… que además es el rey de la nube. O Facebook, que recientemente adquirió una compañía que desarrolla gafas para visualizar contenido en tres dimensiones.
Si Internet y el mundo físico son hoy en día prácticamente lo mismo, definir estos espacios ayuda a no perderse en una maraña de productos y servicios enfocados a conquistar estos dos mundos. Alphabet es, precisamente, lo que busca: seguir ampliando su poder. Pero ahora con varias patas.
Miguel Ángel Ossorio Vega
(@mikiov)