Vía Cultura de Red.- Regular el uso de los dispositivos móviles en los colegios de la Comunidad de Madrid, tal como se dio a conocer el pasado 19 de marzo de 2025 ¿Está en contra de la alfabetización digital? Creemos que no. Al contrario, es una decisión acertada en donde el reto es saber adaptar la formación en capacidades y competencias con la cultura digital (computacional) y el pensamiento critico.
La regulación -que pasa por prohibir el uso de los dispositivos móviles en los colegios de primaria- tiene, de fondo, impedir que los niños y adolescentes accedan desde muy temprana edad a las plataformas de redes sociales, que son la verdadera adicción además de otros riesgos que conlleva sus usos. Muchos se rasgan las vestiduras por tan acertada decisión, pero, no se dan cuenta que ya vamos rezagados con esa disposición regulatoria, en relación a países de nuestro entorno que dieron el paso a la restricción de dispositivos tecnológicos en los colegios hace ya algunos años.
Curiosamente, sobre la restricción en los colegios de los dispositivos tecnológicos y, por ende, de las redes sociales, son los propios creadores de estas tecnologías que usamos a diario, quienes, desde hace algunos años, tienen prohibido el uso de la tecnología a sus hijos. Una muestra de ello es la Waldorf School de Peninsula, en California, una de las escuelas privadas que eligen los hiperconectados empleados de Google, Apple y otras empresas punteras de la computación para que sus hijos se eduquen alejados de todo tipo de pantalla. Esto se desprende de un informe del diario Le Monde (publicado en 2012) que alertaba sobre una nueva tendencia tech: la desconexión, y que Lainier recoge en su libro seis años después, argumentando las razones de esa desconexión.
En 2018, Jaron Lainier, publicó un libro titulado: Ten Arguments for Deleting Your Social Media Accounts Right Now (Diez razones para borrar tus redes sociales de INMEDIATO) que, para muchos, se ha convertido en un libro de cabecera por las reflexiones que aborda en la obra.
Una de las partes del libro que titula, el Atractivo del Misterio, aborda un fenómeno que los conductistas descubrieron al estudiar tanto a personas como a animales. Si alguien obtiene una recompensa -sea en forma de consideración social positiva o de un caramelo- cada vez que hace algo especifico, tenderá a hacerlo más. Eso es bueno , por ejemplo, si lo aplicamos a la cultura del esfuerzo. Pero, cuando la gente recibe una respuesta halagadora a cambio de publicar algo en las redes sociales, adquiere la costumbre de publicar más a menudo. Esto puede parecer algo inocente, pero, tambien, puede ser el primer paso hacia una adicción que acabe siendo un problema tanto para los individuos como para la sociedad.
Según Lanier, los ingenieros de Silicon Valey (Palo Alto, California) definen esta fase como «captación», una expresión que nos produce desconfianza como para evitar que nuestros hijos se acerquen a ella. Razón por la cual, muchos de los hijos de gente de Silicon Valey llevan a sus hijos a los colegios de élite Waldorf, que por lo general tienen prohibido el uso de los dispositivos electrónicos. Y eso lo viene haciendo la gente que viven en/por/para la tecnología. Por lo tanto, la pregunta que cabria hacerse y que hice a ChatGPT, fue:
¿Cuál es la razón para que los elitistas de Silicon Valley lleven a sus hijos a formarse en escuelas donde no hay dispositivos móviles y por lo tanto, carecen del acceso a las redes sociales? ¿tienen información privilegiada sobre lo nocivo que puede ser el uso de temprano de la tecnología que genera adicción en los niños y jovenes y no quieren eso para sus hijos?
ChatGPT Plus
Tu observación es muy válida y ha generado mucho interés y debate. Efectivamente, muchas figuras destacadas de Silicon Valley —entre ellos ejecutivos de grandes tecnológicas como Google, Apple o Facebook— han optado por enviar a sus hijos a escuelas low-tech o incluso no-tech, como la famosa Waldorf School of the Peninsula, donde no se usan dispositivos electrónicos en el aula, especialmente en los primeros años.
¿Por qué hacen esto?
Las razones principales suelen ser las siguientes:
1. Conocimiento profundo de los efectos de la tecnología
Estas personas conocen de primera mano cómo se diseñan las plataformas tecnológicas para maximizar el tiempo de uso, capturar atención y generar dependencia. Algunos incluso han hablado abiertamente de ello:
“Only a fool would give their child something that is addictive by design.” («Sólo un tonto le daría a su hijo algo que es adictivo por diseño»)— Chamath Palihapitiya, exejecutivo de Facebook.
Muchos ingenieros y ejecutivos son plenamente conscientes de los mecanismos de dopamina que utilizan las apps y redes sociales para fomentar hábitos compulsivos, y no quieren que sus hijos sean los sujetos de ese experimento.
2. Desarrollo cognitivo y social saludable
En las primeras etapas de la vida, el desarrollo del cerebro necesita interacción humana, juego físico, creatividad sin pantallas y resolución de problemas en el mundo real. Varias investigaciones sugieren que el uso excesivo de pantallas puede interferir con estas habilidades esenciales.
3. Retrasar el acceso no es prohibirlo para siempre
Estas familias no están en contra de la tecnología per se, sino que buscan introducirla gradualmente y con sentido crítico, una vez que el niño haya desarrollado una base emocional, intelectual y ética más sólida.
4. Privilegios y doble estándar
Aquí es donde entra la crítica más fuerte: sí hay una especie de información privilegiada o, al menos, una conciencia muy aguda del riesgo, que no siempre se comunica al público general. Irónicamente, los productos que estas élites ayudan a crear y vender son consumidos masivamente por los hijos de familias que no tienen los mismos recursos o conocimientos para dosificar la tecnología.
En resumen:
Sí, hay una paradoja poderosa y reveladora: los que mejor entienden cómo funciona la tecnología evitan que sus hijos estén expuestos a ella en edades tempranas. No es conspiración, pero sí es un ejemplo de cómo el conocimiento y el poder permiten tomar decisiones más informadas… decisiones que no siempre están al alcance del resto de la población.
Por todo esto, el problema de nuestra sociedad, sobre todo, de los jovenes, es que se ha llegado a un punto de inflexión en que la llamada Sociedad Digital debe conducir a hacernos reflexionar sobre el crecimiento exponencial de las redes sociales, fagocitada a través de los smartphones y a la que se suma la convergencia que se viene produciendo con la inteligencia artificial, que crece tambien el riesgo de adicción y junto a ello, de manipulación del pensamiento.
Afortunadamente, los gobiernos de distintos países vienen intentado atajar el problema, empezando por controlar y prohibir el uso de dispositivos móviles en los colegios. En enero de 2025, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) detalló durante el Día Internacional de la Educación (24 de enero), que los establecimientos educacionales que restringen el uso del celular (móvil) en clases ascendió a 79 países, superando los 60 sistemas educativos que adoptaron esta medida en 2023. Cada vez más países europeos (Francia, Alemania, Suiza, Italia, Países Bajos), que empezaron en 2023 a regular el uso de los dispositivos móviles, se suman otros que empiezan a ver el gran problema que esto genera en la sociedad.
De acuerdo con el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM, Global Education Monitoring), la medida de prohibir totalmente el uso de celulares puede resultar extrema y compleja de aplicar en niños, especialmente en etapa escolar. Por esto, la UNESCO recalcó la importancia de educar sobre las consecuencias que estos dispositivos traen tanto para la salud física y mental, como para el desempeño académico.
Es precisamente, en la salud mental donde hay que poner el foco. Y así lo ha hecho sabiamente, la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Isabel Diaz Ayuso, dio a conocer los avances de una futura ley que regule el uso de los dispositivos móviles. Obviamente, esto como en toda cuestión en donde está implícita la palabra prohibición, da lugar a debates y controversias que es necesario analizar y consensuar.
Que la medida adoptada por la Comunidad de Madrid – a la que empiezan a sumarse otras regiones- sobre la restricción y prohibición del uso de dispositivos móviles en los niños y adolescentes en los colegios, es una sabia decisión, no cabe la menor duda. Habrá detractores, pero, al igual que habrán quienes nieguen y renieguen de los argumentos que dieron lugar a la decisión adoptada, surgirán cada vez más voces de lo acertado de la decisión que busca fomentar el pensamiento critico (bajo el modelo e enseñanza de toda la vida) con el uso responsable de la tecnología. Porque ésta es solo un medio, no es el fin en si mismo.
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COMO CITAR (APA 7)
Flores-Vivar, J.M. (14 de abril de 2025) Sabia decisión: Regular el uso de los dispositivos tecnológicos en los colegios. Cultura de Red (Blogs Fundación para el Conocimiento Madrid+d), [https://www.madrimasd.org/blogs/culturadered/sabia-decision-regular-el-uso-de-los-dispositivos-tecnologicos-en-los-colegios/]